Su finalidad es lograr mejores espacios de convivencia
La Unidad de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, que dirige Yuriria García Núñez, inició el Curso «Introducción a la prevención y eliminación de la discriminación», con el objetivo de sensibilizar sobre estos temas y aportar las herramientas necesarias para potencializar el camino hacia una igualdad sustantiva en la que se construyan ambientes libres de discriminación.
El curso constará de ocho sesiones que concluirán el 8 de diciembre; participarán las y los trabajadores de las direcciones generales de Servicios a Diputados, de Resguardo y Seguridad y de Apoyo Parlamentario, así como del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias, Canal del Congreso y Comunicación Social.
Se abordarán temas sobre prevención de la discriminación en el ámbito laboral, su marco jurídico y las políticas públicas para eliminarla, y cómo identificar la violación de derechos y la igualdad, con la finalidad de promover un ambiente libre de discriminación en la Cámara de Diputados.
La primera sesión fue impartida por Norma Lorena Cortés Loaeza, quien explicó que el tema de discriminación es el que nos convoca a todas y todos, por lo que en este curso no sólo se expondrán elementos técnicos, si no vivenciales con el propósito de lograr mejores ambientes de trabajo y espacios de convivencia.
Mencionó que la discriminación es, en términos generales, la práctica que diferencia en el trato a las personas por una condición determinada, haciendo menoscabo de sus derechos y colocándola en una situación de desventaja, marginación, exclusión y vulnerabilidad.
Añadió que esta práctica responde a un contexto sociocultural determinado, por lo que no sólo permea las relaciones entre personas, sino que se institucionaliza a través de los marcos normativos, los lineamientos de acceso a los bienes y servicios públicos y otro tipo de ordenamientos generales.
Resaltó que la no discriminación como derecho, forma parte de un cuerpo jurídico internacional, regional y nacional que lo establece como un derecho universal, inalienable, irrenunciable e indivisible.
Como principio, la no discriminación debe ser transversal a toda la acción pública, por lo que debe estar presente en el diseño, implementación y evaluación de todas las acciones, programas y políticas de los Estados en todos sus niveles de gobierno.
En tanto como conducta, se traduce en diferentes formas de trato injusto o inmerecido debido a prejuicios, estereotipos y estigmas que justifican las desigualdades sociales.
Apuntó que el eje fundamental para evitar la discriminación es la tolerancia y el respeto pleno de los derechos humanos; es decir, saber escuchar y entender que hay diversidad de ideologías.