Confianza del consumidor cae por temor a efectos de aranceles sobre precios
Notipress.- La confianza del consumidor en Estados Unidos descendió en abril de 2025 a niveles no registrados desde mediados del siglo pasado, marcando un punto de inflexión en la percepción económica bajo el actual mandato de Donald Trump. Según datos de la Universidad de Michigan, el índice preliminar se situó en 50,8 puntos, lo que representa una caída del 11% en comparación con el mes anterior y el segundo nivel más bajo desde 1952, por debajo incluso del registrado durante la Gran Recesión.
Diversos factores estructurales inciden en este deterioro, pero los efectos inmediatos de la política comercial del presidente Trump figuran entre los más relevantes. Su reciente decisión de implementar aranceles amplios sobre productos importados, con excepción parcial y temporal para algunos países, fue señalada como un elemento clave en el malestar generalizado. La medida incluyó un arancel base del 10% y fue considerada, según Fitch Ratings, el mayor aumento de tarifas en dos siglos.
Beijing respondió elevando sus propios aranceles de represalia al 125%, frente al 84% anterior, manteniendo el pulso comercial entre ambas potencias. Estas acciones impactaron directamente en el entorno de consumo, generando preocupación respecto a un posible aumento sostenido de precios. Joanne Hsu, directora de la encuesta de la Universidad de Michigan, afirmó mediante un comunicado: «La confianza cayó más del 30% desde diciembre de 2024 en medio de la creciente preocupación sobre el desarrollo de la guerra comercial«.
Asimismo, las expectativas de inflación para el próximo año subieron al 6,7%, el nivel más elevado desde 1981. A mediano plazo, los consumidores proyectan un 4,4% en un horizonte de cinco a diez años. Esta percepción adquiere relevancia para la política monetaria, ya que influye en las decisiones de gasto de los hogares. Lorie Logan, presidenta de la Reserva Federal de Dallas, alertó que «cuando las expectativas de inflación más altas se consolidan, el camino de regreso a la estabilidad de precios es más largo, el mercado laboral es más débil y las cicatrices económicas son más profundas».
Pese a este entorno de pesimismo, los llamados «datos duros» de la economía, como el ritmo de contratación, aún no reflejan una caída contundente en la actividad. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, explicó: «A veces las encuestas muestran algo muy negativo, pero (los consumidores) siguen gastando». Sin embargo, mencionó que la reciente volatilidad en Wall Street podría frenar el consumo, especialmente entre los sectores más acomodados, que habían sostenido el crecimiento en 2024.
Bill Adams, economista de Comerica Bank, advirtió en una nota reciente: «Los ricos no se sentirán lo suficientemente seguros como para seguir gastando si esta situación continúa». En esa misma línea, Larry Fink, CEO de BlackRock, comparó la actual incertidumbre con momentos críticos anteriores como la crisis financiera de 2008 y la pandemia.
De este modo, la escalada arancelaria de la administración Trump ha generado una percepción generalizada de inestabilidad, cuyo reflejo más inmediato es el descenso en la confianza del consumidor. Esta caída no se limita a un segmento específico de la población, sino que abarca distintas edades, niveles de ingreso, educación, regiones y posturas políticas.