CHISINAU, 14 ago (Reuters) – Veintidós diplomáticos rusos abandonaron el lunes Chisinau, la capital de Moldavia, dejando tras de sí una plantilla mínima en un momento en que las relaciones entre ambos países se deterioran.
Fuentes moldavas han declarado que la reducción del personal de la embajada rusa de 80 a 25 establecerá la paridad con la embajada de Moldavia en Moscú.
Moldavia, antiguo Estado soviético, se ha visto sacudida por la guerra de Rusia en la vecina Ucrania, y su presidenta proeuropea, Maia Sandu, ha denunciado la invasión y acusado a Moscú de intentar desestabilizar su país.
También se pidió a 23 miembros del personal de apoyo técnico y a sus familias que abandonaran el país junto con los diplomáticos.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Moldavia, a partir del martes no podrán permanecer en Chisinau más de 10 diplomáticos rusos y 15 miembros del personal de apoyo.
Chisinau se ha distanciado de Moscú desde que Sandu llegó al poder en 2020. En febrero, Sandu acusó a Moscú de tramar un golpe de Estado contra su gobierno.